Las malas condiciones higiénicas del hospital 9 de Abril de Sagua la Grande, ha provocado daños en los pacientes y en ocasiones la muerte. Una madre desesperada denunció los hechos y cómo dejaron morir a su niña recién nacida.
Varios días después del fallecimiento de la bebita Melinda López Ortiz, su madre se encontraba en la cola de una bodega aquí en Sagua. Allí, entre el tumulto y los pesares se acercó a una activista de Derechos Humanos nombrada María Elena Rodríguez Abreu y le pidió que diera a conocer el lamentable suceso. En minutos llegó a este redactor lo que aún no ha dicho la prensa oficial cubana.
Todo comenzó en el hospital antes mencionado, durante un apagón. La señora Mailín Ortiz Domínguez recuerda que tuvieron que quemar papeles para alumbrarse. Entre la oscuridad, el silencio y el humo nació Melinda. Dos días más tarde la mamá notó que la niña se sentía mal y vió que en su ombligo aparecieron tonalidades rojas y verdes. Rápidamente se quejó a los pediatras y enfermeras, quienes le respondieron: "La nené no tiene nada, es un capricho suyo".Al sexto día la pequeña es reconocida por un pediatra de apellido Modesto, quien dictamina que la menor se encuentra grave, razón por la que fue remitida al hospital materno de Santa Clara.
En el hospital de Santa Clara le realizaron todas las pruebas necesarias, pero era demasiado tarde. Le diagnosticaron una enfermedad causada por un estafilococo de los más agresivos, transmitido por una tijera mal esterilizada cuando le hicieron el corte de la tripa del ombligo a la niña.
La sepsis generalizada le ocasionó un paro cardíaco y respiratorio, y falleció el primero de agosto después de siete días de nacida. Los médicos de Santa Clara no comprenden cómo sus colegas no se dieron cuenta a tiempo de la gravedad del caso. "Sí 24 horas antes se le hubiera suministrado el antibiótico bancomicina la niña estuviera viva", afirmó uno de los galenos.
La señora Mailín Ortiz denunció que en el hospital cerraron el caso sin darle una sola disculpa. Además, comentó que en los días de su estancia en el hospital de Sagua vio varios casos de mala atención, como el de una embarazada de Santo Domingo que después de tres días de parto con dolores le hicieron la cesárea cuando el niño ya estaba muerto.
La señora Ortiz relató que a otra jóven llamada Geidy, del municipio Cifuentes, cuando le practicaron la cesárea le transmitieron el estafilococo en la herida, el mismo que mató a su hija.
El salón de partos del hospital está contaminado, al igual que el de operaciones. Los funcionarios de salud no toman medidas para evitarlo. La falta de sanidad hace que ratones y cucarachas hagan suya la institución de salud.La señora Ortiz Domínguez afirma: "A mi hija la mataron en el hospital 9 de Abril".
No podemos dejar pasar una sola cara de nuestro adorado pueblo, la cara triste de la mentira. La verdad es cien veces más noticiosa.