Por Pepe Beltrán
Por todos los rincones de Sagua la Grande ha aparecido una misteriosa “Z” , que no es la Zeta del Zorro. Claro que misteriosa es para algunos despreocupados que solo piensan que debe haber una aventura por televisión para que esta euforia se manifieste.
Para la Policía Política y para los que estamos más cerca de la noticia no es un misterio; nosotros saltamos de emoción al descubrir como todo un pueblo silencioso y aparentemente muerto, usa los más humildes recursos para expresar su apoyo a ese gran hombre llamado Zapata que en días pasados ofrendó su vida en defensa de nuestros derechos civiles. Para la Seguridad del Estado esto es un mal presagio.
La “Z” de Zapata ha sido escrita en postes, muros, aceras, calles, y paredes de edificaciones estatales, escolares y laborales (y hasta dentro en mesas, pupitres y equipos eléctricos). Ningún rincón se está escapando de esta impresionante y sabia respuesta que el humilde pueblo sagüero rinde al mártir de nuestros derechos, el señor Orlando Zapata Tamayo. En un local muy conocido aquí en el centro de la ciudad han colocado una enorme zeta en el mísmisimo mural de actividades, y me han rogado los comunicadores de este hecho, casi de rodillas, que no revele el nombre del centro laboral, cosa que vamos a respetar.
La cantidad de estas pequeñas acciones expresan mucho más que el gran cartel que de vez en cuando nos sorprende con el alba en la Villa del Undoso pues se trata de votos secretos y directos muy útiles para llevar nuestra estadística de cuantos estarán del otro lado cuando llegue el inevitable momento que todos estamos esperando.
Esta zeta de Zapata tiene inquieta a la S.E. de Sagua como tuvo la del Zorro a Don Rafael en la vieja California española.
Y lo mejor que tiene todo esto es que aquí también algunos Sargentos Garcías la admiran.