Lo que la prensa local calla
Reportan ocho brotes de enfermedades transmitidas por alimentos en Villa Clara
Ocho brotes de enfermedades transmitidas por alimentos contaminados. Las estadísticas recaen sobre Santa Clara, Sagua la Grande, Santo Domingo, Manicaragua y Cifuentes, debido a las violaciones de las normas higiénicas en cafeterías y centros de elaboración de alimentos, ya que determinados productos no reúnen los requerimientos sanitarios necesarios, entre ellos quesos criollos, embutidos, pescados en mal estado, confituras con colorantes adulterados o refrescos gaseados sin las condiciones idóneas.
También se informó oficialmente que el año pasado hubo unos 63 brotes en esta provincia, con 973 enfermos, 94 hospitalizados en estado grave y se lamentó la pérdida de un adolescente.
La doctora Mayra Monteagudo Yánes, funcionaria de Higiene de Alimentos alegó a la prensa rotativa de Villa Clara que los síntomas son variables en etiología microbiológica, pero predominan las enfermedades gastrointestinales con vómitos, fiebres altas, deshidratación y cólicos abdominales.
Los agentes químicos causaron afecciones neurológicas con pérdida de conocimiento, vértigos, escalofríos y visión irregular, en tanto la toxina que recibe el organismo al ingerir pescado descompuesto provocó manifestaciones gastrointestinales, neurológicas y cardiovasculares. cnet/61.
CIFRAS DE EPIDEMIAS OCULTADAS HASTA HOY POR EL PROPIO GOBIERNO CASTRISTA Y SU AFEMINADA PRENSA
Entre el 24 de febrero y el 30 de abril de 1964, fueron notificados 735 casos de fiebre tifoidea en Sagua la Grande. De estos casos, 307 fueron confirmados mediante hemocultivo. Se demostró el origen hídrico de la epidemia y se pudo establecer que la causa fue la contaminación de la red de distribución del acueducto de la ciudad, a partir de la conductora que penetraba por la calle Colón.
Los que gustan de la historia recordarán a John Snow y la bomba de agua de Broad Street. A esta epidemia de 1964, primera que enfrentó el Castrismo, siguió en 1968 la segunda, también de fiebre tifoidea, en Bayamo. Esta epidemia también tuvo origen hídrico, a partir de la contaminación de las aguas del acueducto por residuales 97 de una descarga (en el río del que se tomaban las aguas de la ciudad) de efluentes provenientes de un hospital.
Los casos confirmados por hemocultivo fueron 505. Más de 1 000 pacientes febriles fueron ingresados en el hospital como sospechosos. En 1969, una tercera epidemia, también de fiebre tifoidea, ocurrió en Bejucal. Esta fue de menos casos: 129 sospechosos, 50 confirmados. Estos eventos tienen en común estar circunscritos a una ciudad, ser provocados por la contaminación de la fuente pública de agua y no disponer de una vacuna efectiva.
Entre mayo de 1969 y enero de 1970, se produjo una epidemia de naturaleza diferente: a partir de un portador en la comunidad (Cayo Ramona, Ciénaga de Zapata, Matanzas), se trasmitió por contacto personal. Fueron confirmados 170 casos, con predominio en las edades de 5-14 años, y la mayoría en una escuela de internos de nivel primario.
¿Cual es el colmo de un Presidente? (dijeron Los Tadeos en 1959 y fueron expulsados de Cuba).
Respuesta: "Matar un pueblo de hambre y darle la tumba gratis".